En anteriores fechas, escribí en este blog algunas consideraciones sobre como afrontar la puesta en marcha de un nuevo negocio. Hacía referencia a que debería existir un plan económico previo de cara a analizar la viabilidad del proyecto.
Esto mismo se puede aplicar a negocios ya en marcha. Y para aquellos que estén pasando por dificultades, sería bueno volver a analizar la viabilidad del mismo como si se fuera a iniciar de nuevo.
Es decir, volver a reconsiderar si su infraestructura es la adecuada y si los costes del negocio son los extrictamente necesarios para generar los ingresos.
Esto, en definitiva, es volver a reconsiderar todo, como si se estuviera empezando de nuevo. Para el empresario, sería como volver a plantearse el negocio si tuviera que iniciarlo otra vez. Tomar una hoja en blanco y volver a considerar qué infraestructura de activos necesita (es decir la inversión necesaria) y qué costes debería afrontar para poder vender su producto o servicio en el mercado.
De esa reflexión, saldría un plan económico, que comparado con la realidad, veríamos claro si estamos ante un negocio viable o no, teniendo en cuenta las ingresos que actualmente genera.
Además, esta comparativa, nos proporcionaría una visión más clara sobre qué se debería cambiar en el negocio para hacerlo viable. Y por tanto, tendríamos un plan sobre los cambios que serían necesarios acometer una reestructuración.
Lo explicado anteriormente, tan solo es aplicar la lógica y ser un poco pragmático. Sin embargo tengo la impresión que muchos de los empresarios y administradores de negocios, no afrontan de esta manera la adecuación de sus negocios a la nueva situación impuesta por unas cifras de ingresos sensiblemente más bajas que en años atrás.
Se empeñan en la reducción de todas las partidas de costes de sus cuentas de resultados, pero en mi opinión, al no tener una visión global del negocio basada en un plan económico, no terminan por dimensionar bien su negocio en proporción a los nuevos niveles de ingresos.
Creo, por tanto, que es muy importante, para aquellos empresarios que tengan en mente replantearse su negocio, que realicen un trabajo de elaboración de unas cuentas nuevas basadas en el concepto de "partir de cero" y que engloben lo siguiente:
- Planteamiento de la estructura de los costes necesarios para generar los niveles de ventas actuales.
- Clasificarlos entre fijos y variables.
- Cuantificar el valor de los activos necesarios para los niveles de ventas actuales.
- Elaborar las previsiones de ingresos conforme a los precios del mercado.
- Elaborar la previsión de tesorería, teniendo en cuenta los plazos de cobro y pagos del sector.
- Elaborar la previsión del balance patrimonial del negocio.
- Obtener un análisis de los distintos ratios de liquidez, solvencia y rentabilidad.
Todo ello, con una perspectiva de corto y largo plazo.
A partir de aquí, tomar las decisiones estratégicas, para adaptar su negocio al nuevo escenario planteado.
Como todo en la vida, lo difícil es trasformar lo teórico en realidad. Pero si no se parte de la orientación y el rumbo marcado por el plan teórico, en la realidad lo único que haremos en "dar topetazos".
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